LA CREACIÓN DE MI DESTRUCCIÓN

Con un frío silencio,
el oscuro océano de mis ojos
se rebela rompiendo
con una lluvia de lágrimas saladas
llenas de ti,
que quieren convertirse en olvido.

Mis frías manos las borran
entre relámpagos que suenan
melódicamente con mi voz,
al mismo compás-

Negro y blanco,
así es la creación 
de mi destrucción.

¿Mariposas o avispas?

Me pones de los nervios, todo el día dando vueltas por mi cabeza. Y por si fuera poco esas malditas mariposas que empiezan a ponerme nerviosa cada vez que te acercas... ¿Mariposas o avispas? Otras veces duele, me matan por dentro. Cada latido es como un disparo. Ni la droga más fuerte del mundo causaría tal efecto en mí, eres la peor droga. Pero, ¿sabes qué? Me encanta.

▬♛Libro: Divergente♛▬ ‏Cap 18, página 232.

"Se inclina sobre mí, más cerca, y entrecierra los ojos como si me examinara la cara. Una sonrisa le asoma a la comisura de los labios. Está aún más cerca, respiraríamos el mismo aire... si yo recordara cómo respirar."

Verónica Roth

¿Amor?

Es una sensación extraña. Una especie de dolor que no quieres que nunca acabe. Te duele con toda tu alma pero a la vez es un sentimiento perfecto, que no quieres dejar de sentir nunca. Una razón por la que darlo todo, por la que prefieres morir antes de que le pase cualquier cosa. Una persona que te rompe todos tus esquemas, que ocupa todos tus pensamientos, que le ves y sientes como esas mariposas se recorren tu cuerpo terminando en una sensación que no quieres que acabe nunca. Y los nervios juegan contigo, comienzas a temblar, la mente en blanco, no sabes qué decir...
Y te sonríe, y..  lo dejas todo por verle sonreír. Ya no existe nada, pasan miles de cosas a tu alrededor y tú solo puedes fijar la vista en él. Y ves que estás perdida en su sonrisa pero no puedes hacer nada, ni quieres. Puedo llamarlo amor, supongo que eso es el amor, un sentimiento que por mucho que lo intente no se puede describir, sólo sentirlo mientras me llena y no querer que acabe nunca. 

Molina de Segura ~

La cuestión es si hay vida después de perderte.

¿Qué me pasa? Me pasas tú. Te pasas el día desordenando mis latidos. 
Cuando te quedas mirándome se me olvida lo que te iba a decir... como si me dejaras sin palabras, sin aliento. Y me tengo que aguantar las ganas de besarte y abrazarte cuando estamos juntos, aún no he encontrado el momento perfecto. ¿Sabes? A veces bebo más agua de lo normal tan solo por ahogar esas malditas mariposas que me ponen nerviosa cuando estoy contigo. Pero... no hay forma de que paren.

Asume que te quiero por encima de todo aunque lo dudes. ¿Qué más necesito si con una sonrisa tuya lo tengo todo? Esa sonrisa que me echas que me derrite por dentro, ¿qué haría yo sin ella?
¿Perderte? Si te pierdo, me pierdo después. Me apetece perderme contigo. 

Libro: Perdona pero quiero casarme contigo.

Es irremediable, a veces somos incapaces de hablar y eso no hace sino aumentar nuestro dolor. El verdadero problema es que no conseguimos admitir nuestro fracaso, y no un fracaso concreto. Poco importa de qué tipo sea; la imposibilidad de contarlo nos impide comprenderlo de verdad, afrontarlo, resolverlo y analizarlo. Tenemos tendencia a ocultar esa incapacidad por las razones más variadas y nos dedicamos a traicionar, a estar siempre rodeados de gente, a escuchar sus historias o a comprar compulsivamente cosas inútiles para ocultarse, para seguir adelante como si nada.Pero es difícil que se pueda seguir así eternamente, tarde o temprano la persona se derrumba, y cuando esto sucede, basta una chispa...

Es de ti de quien no debes fiarte… El exceso de seguridad te hace resbalar con mayor facilidad.


Hay instantes en que todo parece posible y todo puede cambiar, en que todo está al alcance de la mano, fácil y bonito... Pero de repente llega la duda, el miedo a equivocarse y a no haber entendido bien lo que el corazón siente de verdad. Y puff, nada, otra promesa fallida...


En ocasiones, cuando un miedo no se afronta y no se resuelve del todo, se agazapa y permanece al acecho, como una pantera negra escondida en la alta hierba, en la confusión cotidiana, lista para saltar y para reaparecer con toda la violencia de sus garras… imposibilitando cualquier posible duda.